jueves, 14 de febrero de 2013

De alegria.


            Siento como si esa cama en la que a penas entramos para echar un polvo fuera quilométrica y son kilómetros de vacío, de ausencia de ti.

            La cama no se mueve. Ya no tiene gracia.

Cada una de mis noches es esa tortura repetida una y otra vez y no puedo vivir con ello. Necesito que llenes ese vacío, que mi cama vuelva a ser ese estrecho colchón que guarda mas secretos que muchos otros, y que vuelva a moverse mi cama.

            Te necesito a ti.

Todas y cada una de mis noches, ya sea verano o invierno. En verano retamos al sol, a que la fricción de nuestros cuerpos da mas calor que él, y en invierno, nos reímos del frio ayudándonos mutuamente a mantener la temperatura.

            Esto que lees, esto soy yo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario