domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Que te hace feliz?


            Te despiertas por la mañana a eso de las 12, sin ganas de nada totalmente cabreado con el mundo solo de pensar que tienes que recoger cantidades ingentes de mierda que han ido dejando tus amigos por la casa tras las copas de anoche. Te das cuenta de que tienes a un amigo en tu cuarto durmiendo en la cama de al lado y te cabrea tener que recoger esa cama también. No haces mas que pensar ¿por qué cojones siempre soy yo el que tiene que hacer las copas?
            Sales, tus pies tocan el frio suelo que cruje al ritmo de tus pasos. Saltas la cama supletoria para no despertar a tu amigo que plácidamente duerme cual lirón y sales de la habitación. La luz de una mañana de otoño se posa sobre tu cara y te produce una sensación de especial malestar aunque entras ligeramente en calor. Bajas al piso de abajo y te encuentras con que hay gente dormida por toda la casa. Cuartos de invitados, sofás en el salón y piensas en maneras de decirles que o recogen la casa o desalojan sin rechistar, pero vuelves a mirar la hora y decides dejarles un margen de sueño algo mas amplio. La casa sucia, comida por todas las mesas y sillas tanto del salón como de la cocina, ceniceros vacíos y cenizas decorando el parqué.
            Decides subir ya que pasar mas tiempo ahí abajo te cabrea. Vas al cuarto de estar y allí está, dormida en el sofá, de donde la noche anterior no quiso moverse. Y se te olvidan los males, y se te esboza una sonrisa que podría iluminar el mundo porque ella es la razón de esa felicidad. Esta ahí y puedes tocarla besarla y decirle tantas veces como puedas lo mucho que la quieres.
            Te acercas al sofá y con un suave beso seguido de un susurro “Buenos días” la despiertas, te mira y te sonríe y sonríes tu y te devuelve ese beso con el que habías soñado toda la noche. Y te olvidas de todo y nada importa en ese instante en que tu mirada se cruza con la suya porque sabes que la quieres y sabes que es lo que llevas buscando mucho tiempo.
            Y después de un instante de perfecto silencio te acercas a su oído y con miedo por si seria demasiado precipitado dices “Te quiero, mucho” y devolviéndote el susurro, produciéndote un placido escalofrío dice “Yo mas” y la miras y no puedes aguantarte y la besas, le das ese beso que llevabas meses esperando a darle a alguien, y con mucho gusto se lo das a ella a la chica que te completa y te hace sentir bien, que te hace ser feliz.


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