jueves, 18 de octubre de 2012

Ella











Todos los hombres tenemos una chica especial en determinados momentos de nuestra vida que nos hace sentir la persona mas feliz del mundo. Normalmente suele cautivar al hombre desde el primer momento aunque no siempre es así, como en esta breve pero intensa historia que voy a relatar.

         A esta chica en concreto la conocí en una situación un poco tensa el día después de unos grandes disturbios en Madrid tras el festival de la MTV en el que acabaron tanto policías como civiles heridos. Al día siguiente mis amigos y yo volvimos al “escenario del crimen” porque el festival continuaba. Uno de mis amigos, se trajo a esta chica, que el ya conocía de antes por una amiga en común que tenemos. Resultó que desde un primer instante la vi como una chica atractiva pero que no era nada del otro mundo. Era una chica morena muy mona con unos ojos que echaban para atrás pero en un primer momento no me fije mucho. Fue un rato después cuando la pobre iba cocida como un cocido madrileño cuando mis amigos de forma discreta hicieron alguna que otra broma metiéndose con ella. Y entonces, en ese momento pensé que la pobre chica debía sentirse incomoda rodeada de chicos a los que no conocía de nada y que además se metían con ella con lo cual decidí hablar con ella. Comentamos varios aspectos de los estilos musicales por los que compartíamos gustos y algún que otro tema que no recuerdo. En ese momento dije esta es mi chica. Cogí su móvil y le marque mi numero, y acto seguido le dije que si necesitaba cualquier cosa que me lo dijera.

         Esa misma noche cuando se disponía a irse le dije que me avisara al llegar a casa para saber que había llegado bien y sin problemas. Ella sonriendo me dijo que le parecía bien.

         Después de esa noche todo cambió, empecé a hablar con ella dos o tres días a la semana y de ahí fue degenerando a hablar con ella a todas horas todos los días. Intente quedar con ella para salir a tomar algo un par de veces pero varios intentos fueron fallidos por razones que no creo conveniente ni necesario que sean expuestas aquí.

         Tras varios intentos, quedamos en vernos el jueves antes del día de la hispanidad aunque hubo algún problemilla que hizo que tuviéramos que posponer nuestro acuerdo a un par de días mas tarde cuando yo organizaba unas copas en mi casa. El sábado fui a recogerla a la parada de autobús  fuimos a mi casa, allí estuvimos bien, y cuando llegaron todos mis amigos, sentí que mi necesidad de tomarme unas cervezas con mis amigos me arrastraba a dejarla sola en la cocina pero  ala vez quedaba completamente cubierta por la sensación que me producía verla sonreír.

         Fue una noche poco animada aunque cuando se bebió un par de whiskeys se soltó bastante hasta llegar el momento que detono la bomba en mi interior. En una de estas falsas batallas entre dos personas la coci por la cintura y la levante, nos quedamos mirando el uno al otro y me dio el primer beso. Era a segunda vez que nos veíamos y para mi era como si la conociese de toda la vida, por eso no se me hizo raro. Fue como una explosión de felicidad en mi interior aunque rápidamente se bajo y dijo que no era lo adecuado por razones que tampoco comentaré hoy aquí.

         Horas mas tarde, cuando todos se habían instalado en sofás camas y demás para intentar aprovechar el par de horas de sueño restantes, ella y yo decidimos subir a ver la tele un rato, que ambos sabíamos que era una excusa para que no se fuera ella a su cama y yo a la mía. Una vez arriba, se sentó junto a mi y apoyó su cabeza en mi hombro y de repente se me quedo mirando, a una distancia poco segura y cuando yo la mire a ella fue como un percutor sobre el casquillo de una bala, creo una combustión seguida de un disparo certero, nos olvidamos completamente del resto del mundo, nada mas importaba, solo éramos ELLA y YO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario