Una vez más.

Inhala y exhala el humo de la vida y en un suspiro se te escapa de los labios.

Piénsame, pues leerme lo puede hacer cualquiera. Que lo fácil es dejar atrás pero no mirar hacia delante.

Que con el “tic tac” de las manecillas de tu corazón, entre latido y latido se nos escapa una vida.

Quisiera tirarme desde un precipicio. Y sentir la caída libre de tu labios a tu pecho. Luego deslizarme suavemente por tu barriga, con ese piercing que me vuelve loco.

Quien lo iba a decir. Sin un duro y ¿que hago? Soñar, que es lo único gratis.

A regañadientes tuve que dejarte ir, para poder recuperarte. Puesto que de la misma manera que no aprendes lo que ya sabes, no puedes recuperar lo que ya tienes. Y esto duele.

Y ahora ¿que me queda?

Cenizas de recuerdos en el susurro de la suave brisa madrileña.

Solo espero poder volverte a ver.

Acércate

Dios, se me cae el alma a los pies cada vez que veo que va avanzando tu hora de última conexión y yo aquí como un gilipollas, sin que me salgan las palabras.

Como decirte que desearía estar a tu lado, tumbado en tu cama con los ojos cerrados y mis labios rozando sutilmente tu cuello.

Como decirte que desearía estar tumbado a tu lado, contemplando el suave oleaje de la playa de perbes a las 5 de la mañana de un húmedo agosto.

Angosto desfiladero en el que me encuentro.

Con la muerte en los talones dijeron Hitchcock y Cary Grant.

De lágrimas se hizo el mar y de sueños la vida dije yo en una de mis múltiples noches de delirios de grandeza, comparandome con grandes como Tolstoy o Hobbes. Iluso de mi. Que solo tengo un poema y mil problemas que me alejan de ti... ACÉRCATE.

Eres

Temible esta incertidumbre que cala de frio todos mis huesos.

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“No se hacer otra cosa que no sea quererte” dije una vez.

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Hecho de menos cada uno de tus besos.

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Aunque sigo creyendo a mi padre cuando dice que si duele es que se está curando.

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Llegaste a mi vida un 15 de diciembre, prometedora, mas que un Madrid – Depor en el Riazor.

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Mas que una cena familiar en fin de año. Mas que tus pies en mi salpicadero a ritmo del peor reggaetón de la historia.

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Pero me pierdes, el laberinto de cualquier estúpido fauno se queda mas corto que el del reverso de una caja de cereales comparado con la paja mental que hay en mi cabeza.

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Bailas cada noche en mi cabeza a ritmo de Funambulista.

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Déjame dormir.

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Espero que al encenderme el próximo cigarro desaparezca todo. Quiero estar flotando en la nada.

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Miento, en la nada, pero contigo.

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Y cuando estoy contigo la nada es un todo que me llena.

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Quien quisiera tener algo comparado contigo.

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Que su Ferrari se queda corto comparado con mi bmw del 91 contigo como copiloto… payaso.

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Eres preciosa, y como dijo Kase-O, precisas una sonrisa.

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